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Soja

La planta para el sustituto vegano de la carne

Información general

Leche de soja, tofu o yogur de soja: cada vez más personas optan por alternativas vegetales. El consumo más consciente de productos de origen animal hace que muchos recurran a esa popular legumbre. La soja es una de las plantas cultivadas más antiguas del mundo y se cree que se cultiva en China y Japón desde hace más de 4000 años. Las semillas de soja tienen un alto contenido en proteínas y grasas y se pueden utilizar de manera versátil como alimento y pienso. La demanda mundial de soja va en aumento. Sin embargo, con el aumento de la demanda, se necesitan más tierras de cultivo o una explotación más intensiva de la misma para satisfacer esta necesidad. La mayor parte de la cosecha de soja se destina para/a alimentar animales, solo una pequeña parte se utiliza directamente como tofu en nuestros platos o como leche de soja en nuestro café.

Zonas de cultivo

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en 2021 se produjeron casi 372 millones de toneladas de soja en todo el mundo. Brasil es el país con mayor producción de soja del mundo, seguido de cerca por Estados Unidos. Argentina, China, India y Paraguay también cultivan grandes cantidades de soja.

Además de estos lugares, la soja también es cada vez más popular en Europa. Italia, Francia, Serbia, Austria y Rumanía son los cinco países principales productores de soja en Europa. Alemania ocupa el noveno lugar

Cultivo y cosecha

La planta de soja es una planta termófila de día corto, lo que significa que requiere períodos cortos de luz y largos de oscuridad para la formación de las flores. Por ello, las condiciones ideales para su cultivo se encuentran en las regiones subtropicales cálidas y templadas, con temperaturas en torno a los 24–25°C. Sin embargo, si la planta de soja está expuesta a más de 14 horas de luz diurna, existe el riesgo de que no florezca o lo haga tardíamente/de forma tardía, lo que significa que el cultivo de alto rendimiento no debe realizarse demasiado al norte ni demasiado al sur.

En cuanto al suministro de agua, lo ideal son unos 500–700 mm de precipitaciones al año. Los períodos cortos de sequía no son un problema, ya que la planta los tolera y no afecta negativamente a su crecimiento. Por lo general, la planta de soja requiere condiciones más secas para el proceso de maduración, ya que de lo contrario su calidad disminuye.

Las condiciones óptimas del suelo pueden resumirse en: los suelos deben ser profundos, ricos en humus y nutrientes, y tener un pH neutro (6–6,5). Dependiendo de la variedad, también pueden cultivarse en suelos ligeramente alcalinos o básicos. Los suelos arcillosos – arenosos y sueltos son adecuados para el cultivo de la soja, mientras que los suelos encharcados e impermeables son desfavorables.

Productos

La soja se caracteriza por sus numerosas posibilidades de tratamiento posterior y, por tanto, por una gran variedad de productos. Un uso importante es el tratamiento para obtener aceite: extrayendo el fruto se puede producir aceite comestible y margarina de alta calidad. Además, se obtienen productos con fines técnicos, como fibras plásticas, adhesivos y agentes espumantes.

Una de las principales propiedades de la soja es su alto contenido en proteínas. Esto la convierte en un alimento ideal, tanto para animales como para humanos. Una vez extraído el aceite, queda la llamada harina de soja, que constituye una valiosa fuente de proteínas y grasas. Debido a esto ya su cultivo relativamente barato, la soja se utiliza con frecuencia como pienso para animales de granja, que se importa principalmente de Brasil a Europa. La soja procedente de Europa también se transforma en diversos productos veganos, como tofu, leche o yogur, queso vegetal o sustitutos de la carne.

Sellos

La soja se utiliza principalmente como pienso, y solo una proporción muy pequeña se destina al consumo directo. Las asociaciones agrícolas Bioland, Naturland, Demeter y Biokreis garantizan que no se utiliza soja en la producción de carne. En caso de malas cosechas, se puede alimentar a los animales con soja, pero solo si es regional. Esto significa que en los productos cárnicos con estos sellos no se tala ninguna selva tropical para alimentar a los animales. La soja procedente de Europa y los correspondientes productos elaborados con ella suelen tener certificación ecológica.

Sostenibilidad

En las últimas décadas, la soja ha adquirido cada vez más importancia. Principalmente, debido a la enfermedad EEB (Encefalopatía Espongiforme Bovina, también conocida coloquialmente como «la enfermedad de las vacas locas»), que provocó la prohibición en Europa Central de alimentar al ganado con restos animales, debido a esto se buscó y se encontró un alimento sustituto para la cría de ganado: la soja. La producción de carne representa un mercado en expansión. La soja se importa, dado que la industria ganadera europea y la producción de productos/elaboración de origen animal requieren enormes cantidades de soja que no pueden producirse dentro de Europa, esto se importa. Sin embargo, para disponer de estas inmensas superficies de cultivo, se debe talar la selva tropical. Se queman grandes zonas, lo que tiene consecuencias fatales para el clima. Además, la producción altamente industrializada de soja elimina puestos de trabajo en la agricultura tradicional.